30 de marzo de 2022
Cada vez son más los ataques en contra de las empresas industriales, y, aunque sus objetivos pueden ser distintos, el secuestro de sus datos en sí ya conlleva pérdidas económicas y de reputación a estas empresas.
A pesar de que estas consecuencias, ya son lo suficientemente graves, los posibles daños de un ciberataque a una industria puede extenderse y afectar a toda la cadena de suministros y sus consecuencias, perdurar en el tiempo. Una vez atacados es muy difícil lograr recuperar la seguridad de la empresa.
Cada día existen nuevas amenazas dirigidas al sector industrial.
El nuevo spyware anómalo se dirige a las empresas industriales, y tiene por objetivo el robo de las credenciales de cuentas de correos electrónicos, para realizar fraudes financieros o revenderlas a otros actores. Este spyware afecta no solo a equipos de trabajo personal, sino también a máquinas ICS distribuidas en entornos industriales, que contienen datos de operaciones y secreto profesional de las compañías.
Por ello, es que aunque la digitalización expansiva de las empresas industriales, han traído consigo modernidad y rapidez en los procesos, este desarrollo se empaña si no se abordan los desafíos en términos de ciberseguridad por parte de las empresas. En la mayoría de los casos, las empresas desconocen la gravedad de estos asuntos.