“Si la #ciberdelincuencia fuera un país, sería la tercera economía más potente del mundo”. Según el experto financiero Thomas Friedberger, ya lo es ahora o lo será pronto. El CCN ha declarado que la economía global dedica más de 330.000 millones de euros anuales al cibercrimen. Este sector contrata a 3,5 millones de personas y podría duplicarse su capacidad. Además, solamente en España, más del 70% de las empresas sufrieron algún tipo de ataque en 2021.
Basándonos en estos datos, queda claro que la ciberdelincuencia está en auge y en un futuro muy cercano la ciberseguridad tendrá un espacio mucho más amplio del que ocupa hasta ahora, en todo el mundo.
El avance tecnológico seguirá creciendo y los criminales se aprovecharán de los conflictos internacionales, del aumento de la digitalización y de todos los vectores de entrada posibles en las infraestructuras de las compañías. Tal y como ya están haciendo en la actualidad, pero incrementándose. Los gobiernos deben protegerse más que nunca para mantener, entre otras, una sanidad, educación y defensa fuerte. Las compañías deben invertir en la seguridad de sus sistemas y sus trabajadores, pero también de sus clientes. Para ello, tendrán que seleccionar cuidadosamente y de una manera totalmente personalizada la tecnología que mejor se adapte a ellos.
Hay mucho en juego, pero... ¿están las empresas y los estados realmente concienciados y preparados? ¿Tú qué opinas?
👀 ¡Te leo!