Hoy en día se habla mucho sobre el Metaverso y herramientas de este tipo, estas  deben servirnos a nosotros y no nosotros a ellas. El Metaverso es una herramienta que está en pleno desarrollo y que muchos piensan que podrá llegar a ser nuestra nueva realidad.

¿Qué es el Metaverso?

Hemos hablado con Andoni Martín, jefe de producto de Ironchip. Es aficionado al metaverso y al ciberespacio, por eso, nos ha dado su opinión al respecto. 

Andoni afirma: "La realidad actual de la mayor parte de las personas ya se enmarca dentro de una suerte de Metaverso en el que la vida digital y la vida física se entrelazan de forma fluida. El término ciberespacio comenzó a suavizarse y pasó a denotar un contexto más amable, más humano. Esta suavización se produjo a la par que nacía realmente en el mundo fuera de la literatura un espacio virtual orientado a las personas y creado por ellas.

Desde mi punto de vista, el término "ciberespacio" evocaba precisamente eso, un espacio virtual y seguro al que uno acudía a explorar y en el que, habitualmente, uno acababa encontrándose con personas  y comunidades acogedoras, alineadas con sus intereses personales. El Metaverso no será parte de nuestra vida cotidiana; no obstante, el ciberespacio ya es parte de nuestras vidas, y no parece que vaya a desaparecer pronto.

Finalmente nosotros, como personas, tenemos que velar por el uso de nuestras herramientas, para que estas nos sirvan a nosotros y no nosotros a ellas. Como símil, ¿qué industrias llaman usuarios a las personas? Las tecnológicas, el narcotráfico, y, en España, la sanidad pública (aunque coexiste con el término "paciente" )."

Finalmente, el jefe de producto de Ironchip comenta que: "Aquellas personas que llevamos ya un tiempo en el ciberespacio todavía recordamos los tiempos en los que sentíamos que teníamos dos identidades distintas, i.e.: una física y una virtual. Ambas identidades eran coexistentes pero generalmente no se inmiscuían entre si. Te conocían con dos nombres -mínimo- y te sentías identificado por igual con ambas identidades, la única diferencia, el contexto e, importante, el anonimato que te proporcionaba vivir detrás de un teclado."

Un factor que repercutía en este hecho puede radicar en que la red de redes no tenía una penetración tan extensa en la sociedad como la tiene ahora, la ubiquidad de internet es indudable hoy en día. Otro factor plausible está en la asunción de todos los habitantes del ciberespacio de que dar tu identidad real a través de internet era cuando menos dudoso sino peligroso directamente. La gente común, no informática, pensaba en el ciberespacio como en un medio hostil, lleno de piratas informáticos ávidos de aprovechar cualquier resquicio de tu ser.

A la par que la penetración de internet se ha ido extendiendo se han ido sumando a la red empresas de toda índole: primero empresas de comunicación, luego bancarias, luego plataformas de comercio online y, actualmente, las mal denominadas "redes sociales". Es en este momento en que las personas comienzan a utilizar su identidad real, y no su identidad virtual, para hacer uso de las herramientas que estas compañías han puesto a disposición de sus usuarios, causando esa inmiscuición de la identidad real y virtual de una persona. 

El futuro del metaverso
El Metaverso, entendido como ciberespacio, crece cada día a la par que crece el uso de las tecnologías de la información por parte de cada uno de nosotros. Crece en el momento en que cada persona individual pasa más tiempo relativo en internet que fuera de él.

Por otro lado, el Metaverso como producto o concepto comercial no parece precisamente que vaya a más, precisamente pensando en el reciente goteo de despidos en la empresa promotora. Las últimas demostraciones técnicas no se han entendido correctamente por parte del usuario final y no ha conseguido ganar la tracción que esperaban. Si quieren hacerlo despegar habrán de maniobrar, veremos...
 

¿Que riesgos supondría el desarrollo de esta nueva realidad?

Los riesgos que ha supuesto esta inmiscuición de la identidad de una persona entre el espacio físico y el virtual son de sobra conocidos: Comodificación de nuestra identidad (data markets), robo de identidad, extorsión, alienación en nuestras relaciones sociales, robo de dinero, etc...

A los riesgos operar en el ciberespacio tal y como lo conocemos ahora mismo, se han de sumar los riesgos que involucran que una única compañía controlara todos los aspectos de nuestra identidad en línea. Se tratarían sobre todo de riesgos referentes a la libertad de asociarse libremente en espacios seguros, la censura que derivaría de las políticas que estas empresas imponen a sus usuarios, el riesgo de exclusión que supondría para una persona el no ser admitida en este Metaverso (por cuestión de recursos económicos o por la arbitraria decisión de la plataforma que controla el Metaverso).

En resumen, estaríamos hablando que el Metaverso acrecentaría los riesgos actualmente presentes en internet mediante la imposición de una normativa única y un marco de operación en régimen monopolista.

Para que el ciberespacio o Metaverso sea un espacio positivo para las personas, son estas las que tienen que construirlo y no las empresas con sus intereses espúrios. Si en estos espacios virtuales se entienden a las personas como usuarios entonces los riesgos y las implicaciones de nuestra presencia virtual declinan la balanza en nuestra contra y hacen de estas herramientas, útiles en manos de nuestra propia destrucción como individuos.

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